"Deseo"....
Paula se había tumbado en la cama. Esperaba ansiosa que Raúl llegara a
casa. Había estado todo el día sumamente excitada, deseosa del calor de
su cuerpo, de sus besos, de sentirse poseída por una pasión desatada
sobre todo en las últimas semanas.
El tirante de su camisón se
deslizó suavemente mientras su brazo buscaba acariciar el interior de su
muslo. Un escalofrío recorrió su cuerpo haciéndola estremecer. Cerró
sus ojos en un sutil intento de atraer a su mente el cuerpo desnudo de
Raúl. Mordió su labio inferior al mismo tiempo que se encogía haciéndose
prácticamente una bolita.
Un latido se había instalado en su sexo y
esos zumbidos rítmicos le hicieron cruzar las piernas apretando
fuertemente los muslos.
Su frente empezaba a humedecerse. Apartó su
flequillo resoplando hacia arriba con aquel gesto que tanto le gustaba a
Raúl y utilizando las dos manos recogió el resto del pelo apartándolo
también de su mojada nuca.
Había elegido para esa tarde aquellas
braguitas de encaje negro. Raúl era sumamente fetichista, y precisamente
había sido él quien se las había regalado hacía tan solo un par de
días.
Se sentó en la cama. Su tirante derecho seguía caído dejando
ver parte de uno de sus pechos. Alargó su mano hasta la mesita buscando
un poco de agua. Sentía su boca tremendamente seca. Tan solo humedeció
sus labios y seguidamente los recorrió con su dedo índice dibujando su
perfil. Continuó bajando por su barbilla y cuello, dibujando
prácticamente una línea recta hasta llegar a sus pechos. Estaban firmes y erectos; esperaban otra piel y las caricias de otras manos.
Giró repentinamente su cabeza. Había percibido el sonido de las llaves
introduciéndose en la cerradura. Escuchó pasos recorriendo el pasillo
hacia el dormitorio. Raúl se paró justo en el quicio de la puerta.